viernes, 16 de septiembre de 2016

La Impuntualidad





Hay un problema que ha dañado la salud espiritual de un gran número de congregaciones cristianas, creo que es tiempo que nos concienticemos sobre la necesidad de combatir este mal. El problema al que me refiero es, la impuntualidad.

Es cierto que a cualquiera de nosotros a veces le pasa algo imprevisto que impide llegar a la hora indicada. Pero, infelizmente para muchos la impuntualidad se ha vuelto crónica; se ha convertido en un hábito de vida. Quiero identificar algunos motivos por los que todos debemos reaccionar ante este problema.




1. Es señal de indisciplina personal.

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora."

"El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio... " (Eclesiastés 3:1; 8:5,6)

Todos tenemos siete días a la semana. Cada día tiene 24 horas. Hay tiempo para cada actividad. Hay tiempo para dormir, para cocinar, para comer y trabajar. Y necesitamos dar tiempo a Dios.

Varias veces por semana, nos reunimos como una iglesia local, dejando los demás quehaceres. Son pocas horas al final de cuentas que nos reunimos como pueblo de Dios. ¿No seríamos capaces de dar al Señor el tiempo que hemos señalado para ese propósito?

Tal vez algunos tendrán que alistar el almuerzo de domingo la noche anterior; otros tendrán que levantarse más temprano. Otros llegan tarde porque están haciendo en el día del Señor lo que deberían hacer en los otros seis días de la semana.

La impuntualidad demuestra indisciplina. Una característica de uno que administra bien su tiempo es la puntualidad. Al llegar siempre tarde, damos a conocer que no sabemos organizar nuestra vida y nuestro tiempo.

El Sr. Donald Whitney dijo: "Una vida piadosa es el resultado de una vida espiritual disciplinada. Y, en el centro de una vida espiritual disciplinada está la disciplina del tiempo."

El Señor Jesús nos da un ejemplo: "Y cuando era la hora, se sentó a la mesa" (Lucas 22:14). Su vida es un modelo de perfecto orden y armonía.

El vino al mundo "en el cumplimiento del tiempo". Y vivía cumpliendo en el momento preciso los propósitos de Dios. Cada cristiano debe tener como meta crecer hacia la semejanza de Cristo y parte de esa semejanza es la puntualidad.

Un hermano presentó una solicitud para trabajar como misionero con una cierta misión. Le citaron a las 3:00 de la mañana para una entrevista.

Era una mañana fría, pero el candidato llegó a la hora citada. El esperó hasta las 8:00 de la mañana hasta que por fin llegó el entrevistador.

La primera pregunta que se le hizo era: "Deletréeme la palabra "panadero".

"P-a-n-a-d-e-r-o"

"Muy bien, ahora veamos cuanto sabe de números. Dos multiplicado por dos, ¿cuánto es?"

"Cuatro," dijo el candidato.

"Muy bien," fue la respuesta. "Mañana voy a recomendar al directorio, que le acepten como misionero. Ud. ha aprobado el examen."

En la reunión con el directorio el entrevistador dijo: "El candidato tiene todas las cualidades de un misionero."

"Primero, puse a prueba su auto-negación. Le cité a las 3:00 de la mañana en una noche fría. El dejó su cama caliente para estar allí sin ninguna palabra de queja."

"Luego, le probé en el área de la puntualidad y él llegó a hora."

"En tercer lugar, le examiné en cuanto a la paciencia. Le hice esperar 5 horas para verme, y no desmostró ninguna impaciencia por la larga espera."

"Cuarto, le puse a prueba en el área del enojo. El candidato no demostró ningún indicio de ello; ni siquiera cuestionó mi tardanza."

"Quinto, probé su humildad. Le hice preguntas que aun un niño pequeño podía responder y él no se demostró ofendido de ninguna manera."

"Este hombre cumple con todos los requisitos para ser la clase de misionero que necesitamos."

El ser puntual es una disciplina básica e importante de la vida.

2. Es perjudicial para el desarrollo de las reuniones.

"Hágase todo decentemente y con orden" (1 Corintios 14:40).






En muchas congregaciones las reuniones comienzan con unos cuantos hermanos presentes y de a poquito llegan los demás como a gotas. Mayormente se tiene que comenzar a alabar a Dios muy apenas con unas pocas voces. El director tiene que dirigir la alabanza frente a una cantidad de asientos vacíos. A veces los primeros cantos son dúos o tríos hasta que algunos más aparecen.

Si la prédica comenzara a la hora señalada, la mayoría perdería la primera mitad del mensaje. Puesto que el predicador ha pasado horas orando, estudiando y preparando, preferimos que él predique a personas que van a escucharle y no a asientos vacíos. Por esta razón, el mensaje se posterga hasta que más gente llegue. Y al final no falta alguno que diga: "Aquí terminan muy tarde las reuniones."

A veces estamos adorando en la Cena del Señor, y siguen entrando hermanos para tomar su asiento a media reunión. Interrupciones de ese tipo distraen y detractan de lo que estamos haciendo. Otros llegan tarde y luego piden un himno que ya se cantó antes que ellos entrasen. Se han perdido la mitad de la reunión y no están al tanto de lo que pasó en la primera parte del culto. Algunos llegan tan atrasados que han perdido el primer símbolo y alguien tiene ir a servirles expresamente a ellos. Todo eso resulta muy negativo.

¡Qué tremendo sería, en cambio, que todos estuviésemos presentes 5 ó 10 minutos antes del inicio! Podríamos sentarnos y preparar nuestros corazones en la presencia del Señor, meditar en un himno o leer algún pasaje de la Palabra de Dios. En el momento de comenzar todos uniríamos nuestras voces en alabanza a Dios. Habría un coro unido desde el primer himno. ¡Cuánto más ánimo y expectativa habría si todos participásemos juntos desde el inico de la reunión!

Si llegáramos temprano a las reuniones, podríamos estar orando silenciosamente que Dios nos hable, que derrame su bendición y obre en la reunión.

¡Qué diferencia habría en nuestros cultos si nos libráramos de los perjuicios de la impuntualidad!


Continuando con el tema de ayer sobre la impuntualidad debemos agregar que: La puntualidad es deber de caballeros y también de damas, cortesía de reyes, hábito de gente de valor, y costumbre de personas bien educadas. Lo contrario es la impuntualidad, que es una costumbre negativa que contagia a otros. "Un poco de levadura leuda toda la masa" (Gálatas 5:9).

3. Otro de los problemas de la impuntualidad es que es altamente contagiosa.


Mayormente los hermanos nuevos suelen llegar a la hora. Ellos dan por sentado que todo creyente ha de tener un ferviente interés en aprovechar cada minuto de las reuniones. Con el correr del tiempo, ellos observan que este no es el caso con los hermanos más antiguos, y pronto comienzan a seguir su mal ejemplo. Ellos dicen: "Aquí estoy fuera de honda, nadie respeta la hora, ¿por qué lo voy a hacer yo?" Se acomodan a la costumbre general y así otros más ingresan a las filas de los tardones.

La Palabra de Dios nos exhorta: "... decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano" (Romanos 14:13).





 "Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Timoteo 4:12). ¿Qué tipo de ejemplo estás dando tú?

4. Es un testimonio negativo para los de afuera. 


"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres" (2 Corintios 3:2).

Los demás oyen nuestras palabras, pero sobre todo observan nuestras acciones. Nuestra vida es una carta abierta que ellos leen cuidadosamente. Cuando ven nuestra falta de preocupación para ser puntuales en llegar a las reuniones, a nuestro trabajo, a las citas que tenemos, ellos leen un mensaje de apatía e indiferencia respecto a Cristo y el evangelio. Al ver nuestra impuntualidad es probable que los de afuera saquen conclusiones como las siguientes:

"A esta gente no le interesa mucho llegar a la hora." "Evidentemente la puntualidad no es algo muy prioritario para ellos."

"Si los miembros de la iglesia demuestran tan poquito apego a las cosas de Cristo, creo que el asunto no me va a interesar mucho."

Pero, si usted y yo llegamos a tiempo a nuestro trabajo, a nuestras reuniones a la hora, si llegamos a tiempo a la congregación y el local está lleno de gente que canta y participa con entusiasmo y fervor, los que entran dirán: "Aquí hay algo. Lo que veo en esta gente me despierta el interés de saber más."

Nuestra actitud respecto a la puntualidad podría decir mucho a los que nos observan. ¡Cuidado que de esa manera estemos poniendo tropiezos a otros!


5. Es una manera de robar tiempo a los demás. 


"El que hurtaba, no hurte más" (Efesios 4:28).




Cuando otros tienen postergar el inicio de la reunión a causa de nuestra impuntalidad les hemos robado tiempo. Otros disciplinadamente han llegado a hora para adorar al Señor y nosotros hemos quitado tiempo de la adoración haciéndoles esperar hasta que se nos ocurra aparecer.

En este caso hemos jugado el papel de ladrón, robando a otro uno de sus bienes más preciosos, su tiempo. Y no sólo hemos robado a los hermanos, también hemos robado a Dios un tiempo de adoración. La Biblia nos exhorta:

"El que hurtaba, no hurte más".

Lucas 6:31 dice: "Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos." ¿A cuántos les gusta que otros le hagan esperar? A nadie le agrada eso. Entonces, no demos a otros el trato que no quisiéramos recibir de ellos.

6. Demuestra falta de consideración por otros.

La puntualidad es una forma de demostrar alta estima por otras personas y su tiempo. Ser puntual es una parte del amor cristiano. Es pensar en el bien de los demás y no sólo en el mío. La impuntualidad es desestimar a otros y a su tiempo. Filipenses 2:3 dice: "estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo." 





Una forma de mostrar esa consideración es por medio de la puntualidad.

El llegar atrasado demuestra falta de respeto para otros. Estamos diciendo: "No me importa si otros tienen que esperarme a mi. Que me esperen." Llegamos y si la reunión no ha comenzado decimos: "Ah, estoy a hora. No ha empezado todavía." En lugar de eso debemos decir: "Por mi impuntualidad, soy culpable de atrasar el inicio de la reunión. Hay hermanos que llegaron más antes que yo y ellos han tenido que estar aquí esperando hasta que hubiera más gente para iniciar la reunión. A causa de personas como yo este culto está comenzando tarde."

¿Se nos ocurre que algunos están faltando al respeto a otras personas y a sus hermanos todas las semanas? Están fallando en cumplir el mandamiento más repetido en la Biblia, que nos amemos los unos a los otros. Muchos no se dan cuenta de cuanta frustración han causado a otros por sus atrasos a las reuniones, y de cuanto desaliento han sembrado. Es importante tomar conciencia de ese hecho.

7. Es motivo de pérdida de bendiciones.


Mateo 25:1-13 nos relata la parábola de las Diez Vírgenes. 



En esa historia aprendemos tres cosas de las vírgenes que llegaron tarde:

a) Llegaron atrasadas por no hacer los preparativos necesarios.

La puntualidad requiere preparar las cosas de antemano para poder evitar los atrasos. Necesito hacerme las siguientes preguntas:

-¿Qué cosas debo atender el día anterior?
-¿Cuánto tiempo necesito para alistarme?
-¿Cuánto tiempo necesito para llegar a la reunión?
-¿A qué hora debo partir de mi casa?

b) Las que llegaron tarde son denominadas: "imprudentes".

Tendríamos que deducir de esta historia que la impuntualidad es una imprudencia. ¿No seríamos prudentes en corregir esta área de nuestra vida?

c) Por su atraso perdieron una bendición grande.

Por su impuntualidad las insensatas se perdieron la boda. En esta parábola eso representa perder el reino de Dios. Fue un pequeño descuido, pero resultó en un gran perjuicio. Los pequeños atrasos pueden ocasionar grandes consecuencias.

¡Cuánto bien espiritual hemos perdido por habernos perdido la primer mitad de muchas reuniones! ¡Cuántas veces el Señor tenía una palabra para nosotros, pero no estabamos allí para recibirla! ¡Cuánto pan espiritual hemos perdido por nuestros atrasos! ¡Cuántas horas de alabanza a Dios hemos desperdiciado!

Cuando Alejandro el Magno fue preguntado cómo había podido conquistar el mundo, él respondió: "fue logrado por no demorar." ¡Cuánto avance hemos perdido nosotros por nuestras demoras en las cosas de Dios!

Probablemente la mayoría raramente falla en su puntualidad a su trabajos seculares. ¿Hemos de hacer menos para Aquel que su vida dio por nosotros en la cruz? Si nosotros cumplimos puntualmente con nuestros empleadores terrenales, ¿acaso no merece mucho más nuestro Señor Jesús?

Cuando terminamos de sacar todas nuestras excusas, tenemos que admitir que en el fondo tenemos un corazón que ha perdido su primer amor.

Hay un refrán que dice: "Cuando el corazón está bien, los pies son veloces." Tal vez aquí está la verdadera razón porque nos cuesta llegar a la hora. El problema no está en los pies, sino en el corazón.

¿Hasta qué punto has sido tú afectado por esta plaga? Probablemente todos tenemos que admitir que hemos sido contagiados. Posiblemente nunca nos hemos propuesto seriamente a corregir esta costumbre negativa. Pero, por medio de este estudio, hemos aprendido algunas buenas razones para hacerlo.

¿Estás dispuesto a proponerte ante Dios a combatir este problema en tu propia vida? ¿No es tiempo que tú abandones las filas de los tardones?

Mi amado hermano y hermana te animo a que hagas algo contra la impuntualidad. Aún no es demasiado tarde para hacerlo.





Eres Mi Fuerza


martes, 13 de septiembre de 2016

El Renuevo de Dios





Isaías 44:3Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos

Renuevo significa: vástago que echa el árbol o la planta luego de ser cortado o podado. Para el cristiano, renuevo significa una nueva vida, una nueva primavera espiritual, un cambio de temporada, entrar en un nuevo nivel de crecimiento espiritual.

Así como a lo largo del año la naturaleza vive diferentes ciclos, así también el cristiano debe aprender a reconocer los tiempos divinos sobre su vida. Hay un tiempo especial en la vida de todo hijo de Dios en el que la tierra está lista para dar su fruto. Las ramas que han sido podadas, están listas para dar sus nuevos brotes, para crecer y extenderse. Aquellos que no logran discernir este tiempo en su vida y lo dejan pasar, sufren las consecuencias del estancamiento espiritual. 

Esto se evidencia con diferentes síntomas: apatía, falta de hambre y deseo por las cosas de Dios, insensibilidad a la presencia del Espíritu Santo, insensibilidad frente al dolor ajeno, la vida se vuelve rutinaria, se pierde el gozo, la persona se vuelve crítica.




La Biblia dice: (Colosenses 3:10).y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” 

¿Qué significa "revestido del nuevo"? Significa que nuestra conducta debería estar acorde con nuestra fe. Si nosotros somos cristianos deberíamos actuar en forma coherente. Ser cristiano es más que hacer buenas decisiones y tener buenas intenciones, significa tomar el camino correcto. Este es un paso sencillo, tan simple como ponerse nuestra ropa.

El cristiano está en un programa de educación continua. Cuanto más conocemos de Cristo y de su obra, mayor será el cambio en nuestras vidas para ser semejantes a Él. Ya que este proceso es de por vida, nunca deberíamos dejar de aprender y obedecer. No hay justificación para quedarse atrás, sino más bien, una motivación para enriquecernos al crecer en El. Esto requiere práctica, revisión, paciencia y concentración para mantenernos en concordancia con su voluntad.

Cristo es nuestro renuevo. Solamente en Él, y por medio de Él nuestras vidas pueden ser transformadas.

7 ÁREAS QUE DEBEN SER RENOVADAS

1. EL CORAZÓN: (Ezequiel 36:26-27) dice:Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” 


Si va a haber un renuevo en nuestra vida, primero debe comenzar por el centro de nuestro ser, nuestro corazón. Dios nos da un nuevo corazón para seguirlo y pondrá su Espíritu Santo en el para transformarnos y darnos poder para hacer su voluntad. Por impura que sea nuestra vida en este momento, Dios te ofrece un nuevo comienzo. Puede hacer que nuestros pecados sean borrados, podemos recibir un nuevo corazón para Dios y tener su Espíritu si aceptamos su promesa. ¿Por qué tratar de remendar nuestra vida pasada si podemos tener una vida nueva?

2. LA MENTE: (Romanos 12:2) dice:No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” 


Para que cambie nuestra manera de pensar, primero debemos conocer quién es nuestro Dios, y cuán grande es su poder. Para Él no hay imposibles, no hay límites. Dios tiene planes buenos, agradables y perfectos para sus hijos. Él quiere transformarnos en un pueblo con una mente renovada, vivos para honrarle y obedecerle. Debido a que El solo quiere lo mejor para nosotros y por haber dado a su Hijo para que tengamos vida nueva, deberíamos ofrecernos con gozo en sacrificio vivo para su servicio. 

Los cristianos tenemos este llamado: "No os conforméis a este siglo". No hemos de estar conformes con la conducta y costumbres de este mundo, que por lo general son egocéntricas y a menudo corruptas. Nuestro rechazo a formar parte del mundo, sin embargo, debe ir más allá del nivel de conducta y costumbres. 

Debe estar firmemente arraigado en nuestras mentes: "Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento". Es posible evitar muchas de las costumbres mundanas sin dejar de ser orgullosos, codiciosos, egoístas, obstinados y arrogantes. Solo cuando el Espíritu Santo renueva, reeduca y reorienta nuestra mente somos en verdad transformados

3. LAS FUERZAS: (Isaías 40:29-31) dice:Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” 


Dios quiere renovar nuestras fuerzas, aumentarlas para que ahora podamos enfrentarnos aquello que antes no podíamos, y tengamos victoria. Aun la gente más fuerte se cansa por momentos, pero el poder y la fuerza de Dios nunca disminuyen. 

Nunca está demasiado cansado ni ocupado para ayudarnos o escucharnos. Su fuerza es nuestra fuente de fortaleza. Cuando sientas que todo en la vida te aplasta y no puedas dar un paso más, recuerda que puedes clamar a Dios para que renueve tus fuerzas. 

Esperar en Jehová es saber que su fuerza prometida nos ayuda a levantarnos por encima de las confusiones y dificultades de la vida. Significa también confiar en Dios. Esto nos ayuda a estar preparados para cuando Él nos hable. Entonces seremos pacientes cuando nos pida que esperemos el cumplimiento de las promesas que se encuentran en su Palabra.

4. LOS VESTIDOS: (Efesios 4:23-24) dice: “y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. 


Los vestidos son nuestra cobertura, nuestra autoridad. Nuestra vida necesita una renovación. Nuestra vieja manera de vivir, la que teníamos antes de que creyéramos en Cristo, es cosa del pasado. Debemos dejarla atrás como ropa vieja que necesita desecharse. Esto es tanto una decisión que hacemos para toda la vida cuando decidimos aceptar el regalo de salvación que Cristo nos da, como un compromiso consciente diario. 

No andamos por impulsos ni deseos. Debemos ubicarnos en nuestro nuevo papel, apuntar en la nueva dirección y apropiarnos de la nueva línea de pensamiento que el Espíritu Santo nos da.  Aquello para lo que Dios nos trajo a la Tierra, ese plan que ningún otro puede llevar a cabo, el propósito por el cual nacimos, recibe ahora una renovación del Espíritu Santo. Recibe una renovación del favor y el poder de Dios para éste tiempo.

5. LA UNCIÓN: (Isaías 61:1) dice:El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel.” 


Es la capacidad sobrenatural dada por Dios a la iglesia para deshacer las obras del diablo. Aquello que al enemigo le tomó años construir, en un solo día puede ser deshecho por el poder de Dios que obra en nuestra vida. Cuando Dios te renueva, el respaldo de Dios sobre tu vida también es renovado, ¡y todo lo que emprendas, prosperará!

6. LA PASIÓN: (1 Corintios 13:1-3) dice:Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes, para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” 

La Pasión es el combustible que alimenta nuestro motor. Sin pasión, por más bueno que sea el auto, no llegaremos a ningún lado. El amor es clave para hacer la buena voluntad de Dios. Todos aquellos que quieran tener una relación más íntima con Dios, deben recibir un renuevo de pasión y amor para llevar a cabo la tarea para la cual fueron llamados.

7. LA GLORIA DE DIOS: (2 Corintios 3:18) dice:Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta, como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el espíritu del Señor.” 

La gloria que el Espíritu imparte al creyente es superior, en calidad y duración, a la que Moisés experimentó. Al contemplar la naturaleza de Dios sin el velo en nuestras mentes, nos asemejamos a Cristo. En el evangelio vemos la verdad de Cristo y ella transforma nuestra moral en la medida que la entendemos y la usamos. 

Cuando aprendemos de la vida de Cristo podemos entender lo maravilloso que es Dios y lo que a Él en realidad le agrada. En la medida que nuestro conocimiento se profundiza, el Espíritu Santo nos ayuda a cambiar. Llegar a ser como Cristo es una experiencia progresiva. 

Cuanto más cerca sigamos a Cristo, más nos asemejaremos a Él. Como cristianos debemos ser renovados a diario en el conocimiento de la gloria de nuestro Dios. No podemos vivir de glorias pasadas. 

Nuestras experiencias de victoria deben ser diarias y continuas. Cada batalla ganada, cada territorio conquistado, cada victoria personal que logres por medio de Cristo, es un renuevo que viene a tu vida, y te transforma de gloria en gloria, a la imagen de nuestro creador.

Para ser renovados en Cristo Jesús, debes hacer un PACTO con Él. Debes rendir tu vida a Jesús de manera incondicional. Cuando Jesús sea el Señor y Dios de todas las áreas de tu vida, experimentarás lo que el Apóstol Pablo escribe en la carta a los Corintios. Serás transformado de gloria en gloria, conforme a la imagen de Dios.

EN ESTE MES DE SEPTIEMBRE, MES DE RENUEVO, TE INVITO A TOMAR UNA DECISIÓN DE FE. ABRE LAS PUERTAS DE TU CORAZÓN, Y PERMITA QUE DIOS SE ADUEÑE DE CADA UNA DE LAS ÁREAS DE TU VIDA. JESÚS NO PUEDE SER EL SEÑOR Y DIOS DE SU VIDA SI ENCUENTRA RESISTENCIA CADA VEZ QUE INTENTA TRANSFORMARTE. DEJA QUE DIOS SE ADUEÑE DE TU CORAZÓN, Y ANÍMATE A EXPERIMENTAR LO QUE SIGNIFICA VIVIR UNA VIDA VICTORIOSA, DE GLORIA EN GLORIA, ESTANDO COMPLETAMENTE RENDIDO A SUS PIES.

PADRE NUESTRO