jueves, 2 de marzo de 2017

Aplicando La Sangre de la Barba de Jesús

La Sangre de La Barba de Jesús




Isaías 50:5,6. “El Señor omnipotente me ha abierto los oídos, y no he sido rebelde, ni me he vuelto atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a los que me arrancaban la barba; ante las burlas y los escupitajos no escondí mi rostro”.



Juan 3:17 "Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El".

Cuando estudiamos las crisis de los seres humanos y porque se hunde una persona cada día más y más en el pecado es porque todo está vinculado a la maldición de la condenación. Esta es una potestad que le controla la mente, el corazón, los sentidos y hasta el cuerpo de la persona. La única manera de que una persona salga adelante es que encuentre a otra llena de amor y de misericordia, y con el amor de Dios le aplique la sangre de la barba de Jesús a esa vida, para quebrar esa potestad (la vergüenza) maligna.

Las millones de personas que se entregan al desorden sexual, comienzan con algo pequeño, la prueba está en que de cada 100% de homosexuales el 99.9% fueron abusados siendo pequeños. Los niños y niñas fueron abusados por familiares y personas mayores, cercanas a la familia esto activo dolor, rabia y vergüenza.
En una de las áreas donde más es usada la vergüenza es en todo lo vinculado a vicio, sexo y errores.

Hay que aplicar la sangre de la barba de Jesucristo porque es la medicina más poderosa para romper con esas potestades estas hacen esas áreas de error un tormento a la persona. Producto de la vergüenza los seres humanos terminan hundiéndose más y más.

¿Ha escuchado usted decir que todos los hombres son iguales? o que ¿Todos las mujeres son iguales?, esa persona está hablando desde la plataforma del dolor, porque cualquier persona con dos dedos de frente sabe que no es así.Hay personas que tienen complejos con su cuerpo y no se aceptan, eso lo entrega a la depresión o a la exhibición de áreas para llamar la atención, la verdad que lo que tiene una persona con vergüenza tiene es una batalla interior y quiere tapar su dolor mostrando otras cosas. Esto se ve día a día en el mercado sexual de puestos públicos y en todas partes en la calle.

El trabajo de Satanás comienza con abusos a la niñez, traumas en hombres y mujeres de forma profunda en los tiempos de su pubertad o antes, allí llega el reino maligno para donde no se ha aplicado la sangre de la barba de Jesús, los demonios vienen con 7 espíritus peores y hunde más a las personas.

“Cuando el espíritu inmundo sale del ser humano, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel ser humano viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación”.

Rompa con la vergüenza y la condenación




Juan 8:1 -11 "Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos.
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a Él; y sentado Él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinándose hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más".

En esta escritura muestra como el mundo camina dañando a millones con el espíritu de condenación, operando en la vergüenza y la crisis psíquica que acompleja a todo ser que ha cometido uno, varios o muchos errores.

La crisis más profunda que vive todo ser humano que ha cometido errores o ha sido víctima de sus propios errores es la batalla de la vergüenza y la falta de perdón personal, cuando hablamos del perdón personal es una de las batallas más torturadoras a vencer, la lucha de la vergüenza, la lucha de las acusaciones y los ataques de opresión.
7 crisis tenía esta mujer
•        Pecado contra Dios.

•        Pecado contra la familia y la costumbre hebrea.

•        Pecado contra si misma (esto la atormentaba).

•        Había traicionado a su marido (adulterio).

•        Lascivia y lujuria (era la fuerza que la movía hacia el pecado).

•        Pecado contra la esposa del hombre con quien pecó (traición).

•        El liderazgo la acusaba (la tradición no tenía revelación de restauración).

La actitud de Jesús era porque el ya operaba en las dimensiones santas de la redención y con inteligencia espiritual.

Es precisamente el espíritu de condenación que hace que los seres humanos se hundan en el pecado, bendita sea esa preciosa sangre que lava nuestros rostros y hace que no vivamos con vergüenza.

Jamás permita que la vergüenza y la condenación le atormenten, todo aquel que confiesa sus faltas alcanza la misericordia de nuestro Dios en la medida que nosotros aceptamos el amor de Dios somos aceptados.



Declare: 
Ahora en el nombre de Jesús y por el poder de su bendita palabra me presento en humildad delante de su gracia salvadora y reconozco con todo mi corazón que la sangre de Jesucristo lava mi rostro y me limpia dándome a mí la gracia de levantar mi rostro hacia mis hijos, familiares, amigos y conocidos. Aún levanto mi rostro ante las personas que ofendí por el poder de la sangre de Jesús y no permitiré que me atormente el maligno.

El pasado no me atormentara: Porque soy libre de la vergüenza
por la sangre de Cristo.

Los errores viejos no me robaran la paz: Porque soy libre de            la vergüenza por la sangre de Cristo.

Ninguna acusación me desenfocara: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Mi mente reposara en su amor: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Los lugares donde peque no me atormentaran: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

No llorare jamás por mi vieja vida: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Caminare todos los días con la paz de mi Jesús: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Disfrutare de la bendición de Dios: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Predicare con libertad el evangelio del Reino de Dios: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Dios levanta mi rostro y me pone en alto: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

La gracia de Dios me hace andar en autoridad espiritual: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

No aceptare el azote de la acusación: Porque soy libre de la vergüenza por la sangre de Cristo.

Por Marcelino Sojo



Cubierto en Majestad


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