Tú conoces las tormentas que estoy atravesando, que me
aterrorizan, no puedo ver mi camino, esta oscuro.
A menudo ciento que estoy solo, ciertamente estoy
fuera de mi zona de confort, ciento que fuerzas poderosas están en mi contra,
estoy siendo sacudido y maltratado, las aguas son fuertes, los tiempos están en
mi contra, he estado luchando mucho tiempo, pero he fracasado, no puedo estar
más lejos de la tranquilidad de la seguridad, de lo que estaba.
Gracias Señor
por orar por mí, gracias porque sabias que esto ocurriría, aún antes que
ocurriera, gracias porque ahora mismo, estas intercediendo por mí en el cielo,
gracias porque conoces mis luchas, gracias porque cuentas cada paso que doy,
gracias porque puedes identificarte por mis debilidades, gracias porque vienes
a mí, en mí momento de desesperación.
En la Cuarta Vigilia, tú vienes a mí, caminando sobre
los problemas que me asustan, gracias porque prometes que nunca me dejaras y
como un huérfano en medio de la tormenta tú vendrás a mí.
Ayúdame a tener valor, porque estás conmigo, ayúdame a
no tener miedo porque el gran Yo Soy está conmigo.
Ayúdame a tomar ese riesgo
en Fe, ayúdame hacer eso, que es lo más le temo, ayúdame a salir de la Barca,
para caminar sobre el agua.
Ayúdame a mantenerme enfocado en ti Jesús y a no poner
mi mirada en las grandes olas; las cuales me asustan y hace que me hundan.
Hago
la oración que hizo Pedro. "Sálvame Señor lo digo con pasión, lo digo con
convicción, te lo digo a ti Señor; sálvame Señor ayúdame a no dudar sino a
alabarte en medio de la tormenta, adorarte en lugar de preocuparme, a confiar
en Ti en lugar de temblar, a orar en lugar de entrar en pánico, me abro a ti
Jesús."
Se el capitán de mi Barca, el Administrador de mi vida
y el Señor de mi ser y oro en tu nombre. Amén
Ardiendo en mi Interior
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