domingo, 10 de enero de 2016

La mujer del flujo de sangre



sangre

“Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y enseguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?. Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?. Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.” Marcos 5:24-34

Dios siempre tiene un espacio en su agenda para ti

Jesús siempre tendrá tiempo para ti, porque no hay momento en que Él esté tan ocupado que no pueda verte, escucharte y comprenderte.Vemos en este pasaje que Jesús va camino a cumplir una misión, y a su paso tiene tiempo para que otros puedan buscarlo y ser salvos.
Quizás muchas son las veces que has buscado amigos y parientes y te han dicho:.. búscame después, o “ ahora no tengo tiempo”.Pero Jesucristo, el hijo de Dios, nunca estará tan ocupado como para darte“un después”, él mismo dice en su Palabra… “el que a mi viene yo no le echo fuera…”. Todo lo contrario, Él está esperando que acudamos a él.
El tiene un propósito especial para cada uno de nosotros, de tal manera que una vez que lo hayamos tocado, nuestras vidas nunca más, serán las mismas.

Seguidores que solo buscan satisfacer sus necesidades.

“Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.”Mateo 5:24.
Toda esta gente tuvo la oportunidad de estar cerca de Jesús, de tocarlo; sin embargo les preocupaba más que haría con otros, que con ellos. Es por lo que no debemos permitir que el tiempo se nos pase. Debemos estar pendientes de nuestra bendición.

Las condiciones de esta mujer:

“Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor.” Mateo 5:25-26
La Biblia dice que esta mujer había sufrido mucho, había estado enferma durante doce años con una hemorragia vaginal. Había sido atendida por muchos médicos sin ver resultados. Había gastado todo lo que tenía, por lo que ya no tenía dinero. Estaba completamente débil; su rostro era el rostro de la muerte y del dolor.Bastaba con mirarla para sentir lastima por ella y pensar que no tenía ya, esperanzas.

¿Cuales fueron las acciones de esta mujer?

Esta mujer no busco a Jesús por curiosidad, sino por necesidad. Esta mujer se encontraba entre la multitud,y se acercó a Él, con un fin y un corazón diferente. Ella al ver a Jesús, supo que había esperanza para su vida. Cuando oyó hablar de Él, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto, por lo que no perdió la oportunidad buscando pretextos para buscar a Jesús, sino que reconoció que Cristo era su esperanza. De igual manera,Él es tu esperanza ,si hoy reconoces y crees que Él puede cambiar tu vida.

Esta mujer nos enseña:

  • Que no hay pretextos para buscar a Cristo. Ella pudo decir: estoy enferma, estoy cansada, no tengo dinero, no me siento bien.
  • Nos enseña que cuando buscamos a Jesús jamás volveremos a ser los mismos.
  • Nos enseña que debemos vencer todos los obstáculos. Imagínate el esfuerzo que tuvo que hacer esta mujer enferma, débil y acabada para lograr hacerse espacio entre la multitud. Es por lo que cuando creemos que hay esperanza en Jesús, no hay obstáculo que nos detenga.
  • Nos enseña a tener fe: Jesús es la esperanza para el alma atribulada, cansada de sufrir, de vivir en soledad, en pecado.Esta mujer sabía que su única salvación era Jesús.

Pretextos que buscamos para no acercarnos a Dios:

  • No tengo tiempo para asistir a la iglesia
  • No tengo tiempo para leer la Biblia,.. no entiendo nada.
  • No tengo tiempo para orar, no tengo tiempo para tener comunión con Dios.
  • No quiero servir, no quiero ayudar en la iglesia, no quiero ni puedo trabajar en la obra.

No permitas que la duda y la incredulidad, sean más fuerte que tu fe en la Palabra de Dios.Solamente Jesús puede salvarnos del infierno, de las garras de Satanás, de la enfermedad, de la pobreza

Citas Bíblicas:
“Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.” Marcos 6:5,6

Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.” Mateo 8:26

Qué hacer para recibir las promesas de Dios:

Tienes que dejar todos tus pretextos a un lado, vencer los obstáculos y dejar que Jesús te libre hoy. Vemos cómo en esta historia, mucha gente buscaba a Jesús y seguramente tenían problemas y necesidades, pero solo una mujer supo cómo tocarlo. Todos estas personas regresaron a sus casas con su curiosidad satisfecha, pero solo esta mujer logró que Jesús supliera su necesidad.

En esta hora Jesús quiere hablarte a ti. Deja que Él haga una obra grande en tu vida en este momento. No cargues más tiempo con tus pecados, con tus problemas, con tu soledad, con esa enfermedad, con tus complejos. Permítete a Jesús cambiar todo en tu vida. Llénate de su presencia y clama al Señor por tus necesidades. Clama a Jesús y dile: Jesús sálvame, sáname, ayúdame, ¡límpiame! ¡Señor habla a mi vida, obra en mi corazón! ¡El Señor está a la puerta y llama!







Preciosa Sangre




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